“Cocoleros”, un momento de gloria

Por: Juan Carlos Trejo Gómez

El fútbol es el deporte en conjunto más popular en México, aunque nuestro único gran  torneo internacional con la selección sea una Copa Confederaciones, se debe reconocer que tenemos más decepciones que alegrías, ya que nunca hemos logrado la hazaña de pasar al quinto partido en un mundial disputado fuera de México y ni se diga de levantar la Copa. Sin embargo, en los últimos años las selecciones juveniles nos han brindado las alegrías más grandes, ya que en la categoría sub-17 se ha logrado ser campeón en dos ocasiones y con la Sub-23 se obtuvo la medalla de oro en Londres 2012.

Con la escases de resultados en selección mexicana, es increíble ver el gran entusiasmo que se siente por el deporte, ya que cada fin de semana tenemos estadios llenos en la liga. No obstante, dejando a un lado los reflectores de equipos como América, Cruz Azul, Toluca, Pumas, Chivas, etc… Hay que recordar que existen las divisiones de ascenso, en donde las cosas son muy diferentes a lo que conocemos.

En México, existen cuatro divisiones de fútbol profesional, y con la entrada de los patrocinadores al balón pie mexicano las cosas se modificaron y quedando de ésta forma; la Liga Bancomer Mx, la cual es la que tiene mayor ingreso y se denomina primera división, a ésta le sigue el Ascenso Mx, antes conocida como “Primera a”, es la segunda liga en México, pero el ingreso es menor, los equipos no son tan adinerados, lo cual hace notable la gran diferencia con el máximo circuito, ya sea por estadios, patrocinadores, jugadores, directivos, hasta de afición.

Pero ¿Qué hay más abajo de éstas dos ligas?

Con la reciente reaparición de la Copa México, el Ascenso Mx ha recobrado cierto protagonismo. Sin embargo, debajo de ellos se encuentra un calvario, el cual se llama Segunda División. Dicha competencia se divide en dos; La liga Premier y la Liga de Nuevos Talentos. En el Torneo Premier se encuentran 46 equipos, sí 46 equipos que se dividen en 3 grupos. En ésta liga se pueden encontrar conjuntos denominados “Premier” de equipos de primera división, los cuales juegan con jóvenes para tener una cantera fortalecida.

Por otro lado, se encuentra la Liga de Nuevos Talentos, en donde participan 26 equipos, los cuales en su mayoría son franquicias que fueron compradas o cambiadas y es aquí donde comienza la investigación.

¿Qué pasó en Cuautitlán, Estado de México en 1997?

Después de levantar el trofeo de campeón de la tercera división en la temporada de 1996-97, los “Truenos” de Cuautitlán, lograron su ascenso a la segunda división. Con el éxito de ascender de división, a mediados de 1997 el equipo sería tomado como filial del Club Necaxa, al mando de Arturo Avilés.

No obstante, por fortuna y una innovación en ese entonces en la “Primera a” de expansión de equipos, el conjunto de Cuautitlán jugaría en la ante sala de la primera división, sin haber disputado ningún partido en segunda.

Los «Truenos de Cuautitlán» entraron a la Primera división a, como equipo de expansión, filial del Club Necaxa. Sin embargo, el “ascenso administrativo”, sin que se hubiera jugado en la Segunda división mexicana, hizo que la escuadra mantuviera un funcionamiento regular, pero por debajo del resto de los participantes, rendimiento que los posicionó en los lugares 17, 18 y 15 de los torneos siguientes; logrando su mejor resultado en el Torneo Verano 1999, en el cual lograron calificarse a los cuartos de final, donde empataron en el marcador global a tres goles ante Cruz Azul Hidalgo, pero fueron eliminados por el criterio de desempate, que hacía avanzar a la siguiente ronda al Club que hubiera quedado mejor ubicado en la Tabla General de Clasificación. Por lo que obteniendo el sexto lugar de la tabla, cedieron la calificación a los «cementeros» que habían quedado en la tercera plaza del torneo regular. De esta eliminatoria, se recuerdan los tres goles que logró el «Toro» Ávila, y que estuvieron a punto de clasificar a «los Truenos» a las semifinales.

La institución se mantendría en la Primera división a, hasta el verano de 1999, fue entonces que se concretó la venta de su franquicia, ya que el penúltimo lugar que obtuvo el equipo en la Tabla Porcentual del Torneo Verano 1999 y que estuvo a punto de condenarlo al descenso, convenció al Necaxa de que era mejor ascender al equipo desde Segunda División y vender su lugar en Primera a, mientras que existieran equipos interesados; por lo que realizada la transacción la franquicia se cambió a Puebla, con el nombre de Lobos BUAP, quienes la cambiarían después a Oaxaca, en el Invierno del 2001.

Vendida su franquicia en la Primera división a, regresaron a la Segunda división mexicana y en dicha competencia lograrían inmediatamente el título en el Torneo Invierno 1999, en una final disputada contra el Club Deportivo Tapatío. Una vez logrado el título, disputarían el ascenso a Primera división a, frente al Marte Morelos, campeón del Verano 2000, dicha final la perdieron y no lograron el ascenso, dejando así al equipo quedarse en la segunda división por más temporadas, sin buenos resultados.

Al finalizar el Torneo Clausura 2003, se concretó el proyecto que dos años antes había iniciado el Club Necaxa y éste trasladaría su sede de la Capital del país hacía Aguascalientes, por lo que para el Torneo Apertura 2003, el equipo de «Los Rayos del Necaxa» jugaría ya en el Estadio Victoria, de la ciudad de Aguascalientes, que se convierte en su nueva casa.

Por ello, el Torneo Apertura 2003 es el último torneo en el cuál el equipo de Cuautitlán mantiene el mote de «Truenos»; logrando llegar a la final que perderían  ante un viejo conocido suyo; Lobos BUAP. Terminada su afiliación directa con el Club Necaxa, la institución mantuvo el sobrenombre de los «Truenos» exclusivamente para su escuela o Centro de Capacitación (CENCAP); por lo que para el Torneo Clausura 2004, se cambia su nombre oficial por el de Real Cuautitlán.

Posteriormente a la separación del Club Necaxa, el rendimiento regular del primer equipo es descendente, por lo que pasados sus mejores momentos, el equipo tuvo entre sus filas a grandes jugadores como Alexandro «Monstruo» Álvarez, Carlos Ochoa, Alfredo “El Chango” Moreno, Christian Martínez, Luis Ernesto Pérez, Ángel «Rambo» Sosa, Armando «Loco» Ávila, Eduardo “Toro” Ávila, Diego Martínez y Carlos López, pero después de los regulares resultados, se viviría un momento más álgido y al final del Torneo Clausura 2010, se vio condenado a descender a la Tercera división mexicana, regresando así al punto en donde todo inició.

Fueron muchos aciertos y desaciertos administrativos, que llevaron al equipo de Cuautitlán a tocar la gloria, para luego regresar a donde las personas de pantalón largo creen que pertenecía.

El directivo Ricardo Pérez Acuña comentó; “fue un acierto el haber hecho el acuerdo con Necaxa, ya que muchos jugadores de gran calibre llegaron a jugar para los “Cocoleros”, algunos obteniendo llamados a selección nacional y otros una gran carrera futbolística en equipos de media tabla en la primera división, que hasta ahora siguen jugando”.

De igual forma declaró; “el regreso a la segunda división era  positivo, para lograr trascender por méritos propios”.

Sin embargo, se sabe que una de las problemáticas por las cuales se tuvo que ver descender al equipo, fue porque el club no tenía la solvencia económica para quedarse en una división más competitiva, ya sea por cuestiones de viajes, sueldos y hasta por tener un estadio el cual sólo alberga 5,000 personas. Esta última siendo una cuestión muy grande e importante para el espectáculo, fue lo impidió residir a los “Cocoleros” en la Primera a.

Muchos aficionados recuerdan nostálgicamente estos momentos, ya que al cuestionar a personas cercanas al club y a viejos aficionados, en su mayoría hacen referencia que sólo fue un momento de gloria, en donde al final por cuestiones administrativas se dejó al equipo en el olvido.

No obstante, después de diversas reestructuraciones administrativas, la institución aprovechó que en el año 2006, el Club de Fútbol Pachuca se había interesado en afiliar al Segundo Equipo (Pelicanos de Cuautitlán), y trasladarlo a la Tercera división mexicana donde jugó por primera vez en el Torneo Clausura 2006; por lo que al descender el Primer Equipo a la misma División, se toma la decisión de fusionar ambas escuadras y presentar un sólo equipo para la temporada 2011-2012. Desapareciendo así a «Pelícanos», quienes vuelven al Sector Amateur del Fútbol Mexicano, pero sólo con el nombre de «Cuautitlán»

Así, conformado el nuevo Real Cuautitlán, fortalecido por el equipo que ha venido ascendiendo desde el Sector Aficionado Nacional, comenzó su lucha por resurgir de las cenizas y al final de la Temporada 2012-2013, lograron regresar a Segunda división mexicana al superar al equipo Calor de San Pedro Fútbol Club de Torreón, por un marcador global de dos a uno. Y así lograron  proclamarse nuevamente campeones de la Tercera división mexicana, por lo que consigue además el ascenso directo a la Segunda División Premier, mientras que el subcampeón jugaría en la Segunda División de Nuevo Talentos, de acuerdo al reglamento de competencia.

El fútbol en Cuautitlán se vive con pasión, ya que desde esos estupendos torneos, se sigue esperando el resurgimiento de lo que hace muchos años los llevó a ser grandes, llegando a estancias finales y hasta el disputar el ascenso.

Pero por mala fortuna, los últimos resultados en la Liga Premier han hecho que la gente pierda el gusto de ir al estadio de los “Pinos”, ya que se encuentran en los últimos lugares de la tabla de cociente y se teme que  se descienda a la tercera división nuevamente. Hasta ahora, sólo se registran grandes entradas cuando equipos “Premier” de la Liga Bancomer Mx, vienen de visita a jugar contra Real Cuautitlán.

Isidro Sánchez Macip, hijo del extrovertido entrenador y ahora comentarista “Chelis”, es el encargado de dirigir a los “Cocoleros” del Real Cuautitlán en ésta temporada, la cual está por iniciar y en donde su máximo objetivo es el obtener la salvación para no caer de nuevo al inframundo de la tercera división.